jueves, 25 de octubre de 2012

La Isla. Parte IV

Tras tallar varios tablones a la perfección, te das cuenta de que necesitarás algún material más para calafatear cada uno de los que talles, por lo que deduces que una buena cantidad de resina podrá servir, ya que no dispones de otro recurso, y aunque no sea la mejor opción, es la que hay. La asociación lingüística es simple, resignarse con la resina.

Varios días más tarde, parece que ya has conseguido tener una embarcación estable y lo suficientemente grande como para emprender la travesía y remar hasta la ribera que se haya frente a ti.

También has conseguido elaborar dos remos, aptos ya para el duro trabajo que has de realizar y que no te dejen tirado en el medio del mar, así como para resistir las fuertes olas a las que te puedas tener que enfrentar.

Está todo listo, el viaje ha de comenzar ya, sin ningún tipo de dilación.

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